Ahí está el detalle...

Los cambios sociales que han surgido con el paso del tiempo y por las revoluciones que exigen una evolución o transformación de ideas en los individuos, son sólo la prueba ferviente de un sector principal actuante dentro de éstas mismas.

Los jóvenes son entonces ese importante grupo social de movimiento que transforman las generaciones procedentes, lamentablemente esto no ha sido tan fácil como parece puesto que la burguesía o los poderosos, los cuales siempre son minoría, se han encargado de contrarrestar los movimiento que lleven al cambio y desarrollo.

Sabemos las etapas por las que el ser humano acaece, cuando es niño no se preocupa por nada, vive como puede y disfruta de la vida. En el otro extremo cuando es adulto ha cumplido con sus propósitos, sin embargo cuando es joven obtiene la mentalidad, estilo y forma que conllevará durante su desarrollo como ente social.

Un principal problema al que los jóvenes se enfrentan es el dominante capitalismo que monopoliza a la sociedad. En cualquier discurso político podemos encontrar que el progreso y desarrollo reside en las generaciones nuevas. A pesar de ello es increíble que esto siga funcionando después de tanto tiempo, el joven es controlado por las imposiciones a las cuales se acostumbra y adapta como suyas.

No podemos pensar en sociedad sin jóvenes que se expresen, que exijan su libertad y derechos. La globalización nos ha transformado en sujetos aparentemente similares, nuestros objetivos cada vez son más cortos y los ideales siguen al pié de lucha.

Los jóvenes son base primordial para el desarrollo de la industria de pensamiento, debemos aniquilar los estereotipos. Aunque nuestra sociedad es una completa mentira, es un juego que todos aceptamos y hasta respetamos, pero no siempre es bueno seguir las reglas, lo importante es cambiarlas, cambiarlas para que exista un mayor avance.

Pero todo esto no lo logrará uno sólo, sino un conjunto de individuos que este dispuestos a afrontar las consecuencias de sus actos, un conjunto que conlleve la lucha y demuestre el poder que se han robado por tanto tiempo, un grupo que unido logre alcanzar los ideales propios y no los impuestos, jóvenes con libertades, derechos y obligaciones como base de las instituciones existentes y por existir.

Por Nancy Herón

Esto me lleva pensar que en la vida la mayoría de las personas tienen que hacer cosas aunque no les gusten: por un sueldo, por un reconocimiento, por obligación… yo estoy en esta carrera porque me gusta la producción, y obviamente habrán muchos que vayan para periodismo, que están felices de escribir. Sé que es malo hacer cosas que a uno no le gustan, pero para llegar a mí meta: la producción, tenía que pasar por este proceso.

El punto principal de este escrito es disculparme, si ya lo han hecho otros, ¿por qué yo no?, disculparme por mi manera tan obligada de escribir, por mis pésimos temas, y por haberte ofendido con mis palabras. Por fortuna terminó este semestre y ya no nos torturaremos más, yo escribiendo, y tú leyéndome.

Esta es mi despedida, me agradó colaborar con mis compañeros, aunque fuera por obligación, y también me siento feliz de haber aprendido que no soy buena escribiendo gracias a esta oportunidad del profesor Marco Cervantes, pero me siento aun mejor por haber leído a personas que sí les gusta el periodismo.

Te preguntarás ¿qué demonios te interesa todo esto a ti como finísimo lector de buen periodismo?, pues sólo como experiencia y como aprendizaje. No hagas nada que no te guste, porque seguramente no te saldrá bien, tú decides por qué cosas pasar para cumplir tus objetivos y tus metas.

Espero que algún día nos podamos encontrar en otros medios, haciendo lo que nos gusta, que para eso estamos estudiando. Un saludo mi querido lector, que seas feliz por siempre.

Por Gissel Portillo

La verdad es que no se como empezar, ni que decir

He comenzado este articulo tres veces y las tres veces he cambiado el titulo, con frases distintas unas cortas, unas mas largas que la anterior que haya escrito. No me gusta ni como quedan, ni como suenan.

Busco un formato que llene la hoja y tampoco eso me gusta ¡

De pronto empiezo a recordar mi día, como me ha ido desde que me desperté y recuerdo algo de lo que reí bastante.

Al levantarme y mirarme al espejo observo, dos pequeñas imperfecciones en mi rostro.

En voz alta digo. OH OH ¿Que comí para que me saliera esto?

De pronto recuerdo los ricos chocolates que comí con mi amiga y la palanqueta que en ese momento no pensé en el remordimiento que después podría sentir.

¿Por mi mente pasa la palabra Mutación?

Un proceso de transformación por el cual estoy pasando y el cual me resisto a creer y vivir.

¿Qué ser hay dentro de mí que quiere salir?

Y de pronto una idea salta de mi mente…

-¡Claro un unicornio!

-Pero no estoy loca. Aunque este podría ser el primer paso o síntoma de esta enfermedad, la negación entonces tendría que padecería.

De pronto otra vez recuerdo si no soy un unicornio en que me estoy transformando, sigo mi camino para ducharme de pronto volteo y veo un portarretratos en mi cuarto lo adorna un característico personaje de la película Monster Inc, si ese que por su mente paso Celia la chica cabezona con miles de caras en su pelo…

Yo misma me sorprendo con y suelto una carcajada al aire

De pronto recuerdo que no me pueden poner el cuerno por que no tengo novio aunque estaría bien desde el punto de vista que tendría alguien a mi lado.

De pronto comienza la semejanza con el mitológico animal o caricatura

Comienzo el ritual para maquillarme y pienso lo disimulare con rubor… Pero que pasa que ya no parezco yo con tanto maquillaje ahora veo en el espejo a Merlina de la Familia Adams entonces ya no es gracioso.

Continuo imaginándome disimulare mis imperfecciones el de la frente que esta entre la cejas con mi fleco y otro en mi mejilla con maquillaje y si me preguntan les diré que me pico un sancudo.

Fastidiada de batallar por disminuir mis imperfecciones. Pero tranquila y convencida por que he conseguido esconderlas, salgo de mi casa para realizar mis actividades

Pero que pasa, me encuentro a un amigo y me dice

¿Son de agua o de leche?

¿Qué pasa con la música y sus exponentes? Definitivamente si Vivaldi resucitara se volvería a morir al escuchar muchas de las composiciones de sus colegas. Vivaldi dedicó toda su vida a la música y es reconocido, espero que por muchos, como un buen compositor y un excelente representante de algo que yo llamo “buena música”, porque a mi parecer, existe una evidente diferencia entre la música y la “buena música”.

Con Vivaldi no generalizo a los artistas musicales de la Europa Barroca, ni con Nigga a los actuales; sin embargo existe una común entre ambos: hay una gran diferencia en cómo se hacía música en el siglo XVII y cómo se hace ahora, desde cierto punto no puede compararse una con la otra.

Sin ir más lejos, teóricamente la música necesita tres elementos para ser considerada como tal: melodía, armonía y ritmo; tanto la obra de Vivaldi como la de Nigga cuentan con estos aspectos, no digo que lo que hace éste último no sea música, más bien me dirijo a ella como una música incompleta e insuficiente.

Las enormes diferencias entre ambos trabajos son el grado de dedicación, dificultad e incluso de concepción del mismo término “música” que muy probablemente permitió la realización de grandes piezas que han marcado la historia en el ámbito musical a lo largo de la historia. Esta diferencia se nota en cada elemento que compone a una pieza musical.

Las melodías en Vivaldi son algo más que simples notas arrojadas por un instrumento, son la expresión emocional, son el reflejo del pensamiento y del sentir, muchos sabemos que para la realización de una melodía, el compositor italiano se valía del sentimiento natural que daba paso a plasmar notas y crear una pieza, es así como éste consiguió las cuatro estaciones conocidas por casi todos y que además muestran una gran nivel de complejidad; por su parte, nuevos géneros como los del ya mencionado cantante de reggaetón, se conforman con una letra como melodía que sólo provoca crítica en su estructura y que no incita a más que mover un rato el cuerpo.

Las armonías y ritmos, partes importantes de una pieza, son constantemente cambiados en las obras clásicas, mientras que en los nuevos géneros se sigue con una mismo ritmo aunque las armonías puedan llegar a cambiar, esto aporta todavía más complejidad al movimiento musical clásico, que juega variadamente con sus recursos.

Por otra parte, las exigencias del público también son más reducidas, dentro del mundo en el que vivimos hay muchos límites y muchos obstáculos que no permiten a la sociedad mirar más allá y discernir entre la que llamo “buena música” y la que no lo es; ahora las exigencias giran en torno a qué tan bailable, qué tan pegajosa o qué tan de moda está una canción.

Sin embargo, hay muchos grupos o artistas que se han preocupado por mantener la calidad en sus interpretaciones y, dentro de estos nuevos géneros, ofrecer al público una buena calidad musical, donde la voz del intérprete o las aptitudes de los músicos son dignos de reconocimiento, grupos cuyas letras van más allá de “te quiero” o cuyo contenido es más que una pretensión mercantil y consiguen con su música formas de protesta y expresión.

Definitivamente eso de la música es muy relativo y cada individuo es libre de decidir cuál la buena para él, el único trabajo que nos queda es evaluar bien los elementos que cada pieza nos ofrece y decidir si es lo que queremos escuchar. Para buenos detalles, buenas rolas.

Por Said Arrieta Torres

Me encuentro intentando comenzar un escrito, pero por más esfuerzos que hago no logro encontrar el tema apropiado para comenzar el trabajo. Doy mil vueltas al asunto, y sólo llego a la conclusión de que no es el momento de comenzar a redactar. Busco inspiración en alguna parte, pero lo único que encuentro es la ventanita del messenger parpadeando. Dado que no sé qué hacer con mis deberes, opto por distraerme un poco a ver si alguna idea llega a mí. Pasan las horas, sólo existe una página en blanco frente a mí, mientras varias conversaciones me esperan.

¿Qué tan mala puede llegar a ser la distracción? Depende de la persona, así como una plática con alguien puede servirte de inspiración para comenzar a desarrollar una idea, a quienes se pierden en el juego de la libertad. Se toman a la ligera sus deberes y los dejan de lado para seguir “en busca de algo que les ayude a iniciar sus tareas”. Sin embargo, pocas veces recuerdan el motivo por el cual decidieron darse un respiro.

En algunas ocasiones hasta el más mínimo detalle que se encuentra uno en la calle sirve para inspirarse, pero esto sólo sucede si la persona tiene en cuenta que aún tiene algo por hacer. No es fácil concentrarse en la tarea o trabajos, pero sí es necesario mantenerse conectado con las responsabilidades. Y no se trata solamente de aspectos académicos, sino también sociales. Cuando la persona se ve envuelta en un problema y no sabe cómo salir de él, la salida más fácil es escapar pidiendo tiempo para pensar.

Cuando el tiempo recae sobre ellos, la excusa perfecta es decir “no encontré una solución”. Pero en realidad, se dejó de lado el verdadero problema. Quedamos tan absortos en nuestro mundo, que sin pensarlo dejamos en segundo término aquello que consideramos inútil, o sin importancia. “Si no puedo pensar en nada es por algo”, sin embargo, lo ideal sería utilizar el tiempo libre para buscar mas allá de lo que vemos, intentar concentrarnos en desarrollar una buena solución a nuestro cuestionamiento.

Por un apenado M. P. Buendía :-(

Estimada personita que tiene la atención de quemar sus pupilas con el malhadado brillo azulado del monitor, me dicen que al escribir pareciera que no pienso en usted. Eso ha sido como clavarme una aguja bajo las uñas, me ha dolido y me siento un mediocre remedo de lo que debe ser un escritor patético. Cómo pude no haberme detenido a pensar que si usted está ahí quemándose los ojos no es para buscar su propia ceguera, sino para que tipos como yo le digan algo. Me disculpo por el mediocre texto de la semana pasada, en el cual no hice sino expresar algo que a usted ni le importa ¿Cómo pude creer que los sentimientos humanos en mi corazón destrozado pueden ser de su interés, cómo pude pensar siquiera en dar a entender que todo es mejor con leche rosa? ¿Acaso la estúpida leche nos va a sacar de la crisis, ella va a derrocar al espurio o sanará la influenza? Fui un tonto y lo lamento… cómo decirle a un huérfano que su miseria es más llevadera con leche rosa, o a FeCal que, con un trago de la misma, sus tranzas le sabrán mejor. Me disculpo en nombre de la leche rosa.

Ahora veo el tamaño de mi estupidez. Usted quemando sus ojos y yo escribiendo borracho. Personita, no escriba borracho -a menos que sea un poeta maldito, de lo contrario busque otro vicio o de plano escriba sobrio-, que no le pase lo que a mí, no termine escribiendo estupideces y absurdos. El alcohol es malo, saca lo más profundo de la persona, es como un catéter en el corazón. Por eso es tan bueno: aligera la carga y hasta saca inspiración. En resumen es un arma de dos filos que uno debe aprender a controlar. Yo no lo hice, y míreme ahora, redactando estas líneas lleno de pesar y arrepentimiento. Escribí lo que sentí en un memento de incomoda melancolía, escribí porque me pidieron que lo hiciera, no por que lo sintiera. Mi cabeza terminó hecha nudos y el resultado final fue un texto de contenido idiota y manchado con sentimientos que a nadie incumben salvo a mí. Me dijeron que mejor escribiera un diario. Sí, quizá debería escribir uno para vaciar allí mis penas y alegrías, así mi tarea periodística se limitaría sólo a eso.

Me habría gustado mucho hacer uso de algunas líneas para argumentar por qué uno no debe escribir borracho, pero supongo que eso ya de sobra se ha entendido. Escriba como desee, pero piense siempre que si escribe es para sacar algo de dentro, algo que le lastima y quiere expresar. Pero daría lo mismo que no lo escribiese si nadie lo lee. Si uno escribe es para que lo lean. Hay que tener eso siempre muy presente, por eso hay que escribir bien, y hay que decir cosas importantes, de trascendencia para los lectores, no bobadas sobre leche rosa o disculpas al lector.

Sabes personita, me ha dado gusto decirte estas palabras en mi triste congoja, pues sé bien que entiendes y que sabrás perdonarme. Espero el futuro traiga mil y un bendiciones a tu vida. También espero nunca más tener que molestarte con mis disculpas. Júralo, nunca más gastaré la belleza de tus ojos lastimándola con palabras hechas mierda en un texto de porquería. Ya he aprendido mi lección.

Dile a esa chica que por ella me he estado comportando como un idiota, que desde que le entregué mi corazón no soy el mismo y sólo me siento vacío. Dile que recordaré su sonrisa donde sea que sople una brisa; que mi corazón es suyo y nunca se lo podré quitar, pues con un fuerte cerrojo lo tiene guardado y de él estoy vedado. Te juro personita, que ya no pensaré más en mi corazón entregado, te juro que no volveré siquiera a mencionarlo. Es más, de esa bella dama de diáfana mirada y sonrisa de sol, empezando a olvidarme estoy. Pero qué más da si la olvido o no, igual me quedo sin corazón, en un papel se lo obsequié, así que ya me chingué. Ahora perdí la razón, me quedé sin corazón y sin nada de amor… a ver de aquí a ocho días que dice mi maldita inspiración.

Siempre tuyo M. P. Buendía

Un público cuya dependencia no supone una simbiosis primordial a esta nueva tecnología. El individuo voluntariamente hace propias estas herramientas proporcionadas por la industria, creando así una compleja red de mecanismos sociales multimedia, donde el Internet se ha convertido en la herramienta predilecta y más flexible para el individuo promedio del siglo XXI.

En la vida de todo hombre llega el momento en que por distintas circunstancias afortunada o desafortunadamente nos toca cerrar las puños, poner la guardia y soltar golpes a diestra y siniestra a aquel personaje conocido o desconocido, que nos perjudicó, insultó, coqueteó con nuestra novia o simplemente nos vio feo (no, eso ya es de borrachos mala copa, la violencia no lleva a nada bueno), pero estas experiencias las vive uno desde las épocas escolares.

¿Quién no recuerda la clásica pelea afuera de la escuela o a mitad del recreo porque no se puede aguantar el enojo y decirle “nos vemos a la salida” o terminen las clases, con media escuela alrededor de los contendientes los amigos que la hacen de second o los amigos del contrario que lo animan desde su “esquina” como verdaderos managers?

“Pégale abajo”, “cuidado con la cabeza” “ya lo tienes” “túmbalo”, “no te dejes” “en la cara para que le duela” son las instrucciones que giraban niños de menos de 15 años con tal de que su apoderado ganara la pelea de la semana en la escuela.

Difícilmente alguno de aquellos niños estará arriba de un cuadrilátero ya sea como boxeador o como manager, menos ganar las bolsas que aquellos que llegan al profesionalismo llegan a obtener por pelea pactada. Los que hemos tenido la oportunidad de subirnos a un ring, ponernos unos guantes que pesan cada uno alrededor de 5 kilos, nos damos cuenta que aquella peleas son realmente de niños.

La condición física que debe adquirir un boxeador es impresionante, por eso se pasan de 5 a 6 meses entrenando día y noche. Los que saben dicen que la fuerza de un boxeador consiste en levantarse temprano todos los días, comer bien y entrenar muy duro durante esos meses. En lo único que coinciden estas peleas es que se trata de dos contrincantes que pelean por orgullo, por prestigio.

La diferencia radica en el dinero a diferencia de aquellas peleas de mozalbetes, para boxear se utilizan guantes, se puede golpear al contrario sólo de la cintura para arriba, así que las patadas en las regiones blandas quedaron para otra ocasión, y con un tercero en la superficie que es el referee que supervisa que se cumpla con las reglas establecidas. En lugar de ser una pelea sin límite de tiempo hasta que le salgan las lágrimas o los amigos del más golpeado pidan paz o se metan a tratar de golpear la virtual ganador y se arme la campal, en el profesional se estipula a 10 episodios denominados rounds que duran 3 minutos cuando son peleas donde no se encuentra un título de por medio y de doce cuando un cetro se encuentra en juego.

De niños podíamos ver las peleas más disparejas con un niño que media 1.60 m y el otro apenas alcanzaba el 1.40 m, o aquel que pesaba mas de 60 kilos y el otro un pobre fideo más ligero que una pluma que llegaba con trabajos a pesar 45 kilos y aún así veíamos hazañas de proporciones bíblicas como David contra Goliat, sin duda las peleas más memorables. Esto no es posible en el pugilismo profesional ya que se considera como una ventaja o desventaja entre los contrincantes por la diferencia de peso por eso se estipula que un día antes de la pelea los boxeadores deben subir a la báscula y dar el peso para la cual la pelea fue pactada.

Hablar del origen de este deporte es remontarse a tiempos antes de Cristo, pero hablar de la actualidad de este deporte es mirar finales del siglo XIX donde se comenzó a difundir en países con influencia británica o estadounidense, países como Argentina, Uruguay, Panamá, Cuba, Puerto Rico, Filipinas, Sudáfrica, España y por supuesto México, por eso es que escuchamos que la mayoría de los grandes y mas famosos boxeadores del mundo pertenecen o pertenecieron a estos países, nombrar a los más destacados sería una labor que me llevaría varios párrafos.

El próximo sábado se llevará a cabo la denominada pelea del año entre el filipino Manny “Pacman” Pacquiao y el puertorriqueño Miguel Ángel Cotto, esta denominación de “Pelea del año” es propia para enfrentamientos de la talla de Muhammad Ali contra Floyd Patterson, George Foreman, Joe Frazier y Sonny Liston, Mike Tyson contra Evander Holyfield, Julio César Chávez contra Meldrick Taylor, Sugar Ray Leonard contra Roberto “manos de piedra” Duran o la tercera pelea de Marco Antonio Barrera contra Erick “el terrible” Morales, por esa razón ya que la transmisión de la pelea del año será por Tv Azteca, Televisa transmitirá a la misma hora de la pelea, la película “Ali”, que narra justamente la vida del mejor boxeador libra por libra de la historia, pero sobre la competencia televisiva del box actual no hablaré.

Este fin de semana Emmanuel Dapidran Pacquiao mejor conocido como “Pacman” debido a su parecido con el personaje homónimo de un juego electrónico “Pac- Man”, busca hacer historia en el mundo del boxeo ya que de ganar será el primero en obtener el título en 7 categorías diferentes pasando desde el peso Mosca 50,8 Kg. (112 lb.), Supergallo o peso pluma júnior 55,3 Kg. (122 lb.), peso pluma 57,2 Kg. (126 lb.), Superpluma o peso ligero júnior 59 Kg. (130 lb.), peso Ligero 61,2 Kg. (135 lb.), Superligero o peso welter júnior 63,5 Kg. (140 lb.) y contra Miguel Ángel Cotto que peleará en su peso natural 66,7 Kg. (147 lb.) o sea se disputarán el título del peso Welter, aquí es donde Cotto tiene ventaja sobre Manny, ya que cuando un boxeador sube de categoría (de peso) obviamente lo sube en masa corporal, en musculatura, no en grasa, pero de igual manera afecta porque el cuerpo se vuelve más pesado, en el ring del MGM de Las Vegas se observará a un filipino más pequeño que el de Puerto Rico, afectando su movilidad y al estar en su peso natural los golpes de Miguel Cotto pueden ser más contundentes que los de Pacquiao, pero sabemos que éste ya ha subido de categoría anteriormente y no se ha notado tanto la diferencia, es un peleador muy ágil, rápido de piernas que no deja de golpear la rival.

¿Cuántos hombres han deseado, como uno de sus sueños guajiros, estar rodeado de mujeres aunque sea sólo por un instante? Estoy casi seguro de que más de uno han tenido la fantasía de mirar a su alrededor y no ver más que bellas caras y cuerpos femeninos.

Pero esta situación puede pasar de ser un sueño a un trauma, sobre todo cuando se trata del vagón, ya sea del metro o del metrobús, reservado para ellas, en donde las reglas del juego funcionan de forma completamente diferente a las del vagón de los hombres.

Por alguna extraña razón, en esta semana terminé en el primer vagón del metrobús, donde pude presenciar que las mujeres no son, como se ha creído durante tanto tiempo, el sexo débil, y es que de débiles no tienen nada, a diferencia de los hombres ellas no entran automáticamente a los vagones, los hombres solemos entrar en bola, y aunque parezca extraño hay una mítica fuerza que logra que entren más de la cuenta y que además quedemos acomodados.

Por el contrario ellas se pelean por entrar primero y ganar lugar, como si por cada vez que se sentaran acumularan puntos para canjear por cosméticos o planchas para el cabello. Como sea, las mujeres suelen ser más agresivas que los hombres, seguramente será porque tienen uñas largas que no dudan en usar para rasguñar, y pobre de aquella que tenga un lindo y largo cabello largo, porque lo más probable es que éste sea jalado sin piedad por alguna de las contrincantes.

Existe una nueva modalidad para torturar a quien quiera ganar el asiento: codazos y pisotones, los primeros son soportables, pero los segundos resultan una tortura digna de la inquisición, tortura que se intensifica cuando hablamos de un tacón de aguja que es enterrado en el pie del otro con toda la saña posible.

Sin duda todo esto acurre gracias a la caótica ciudad en la que vivimos, donde a todas horas hay mucha gente en los sistemas de transporte y donde la misma gente pierde los estribos para llegar puntual a sus compromisos, pero no se trata de perder la calma, generalmente cuando las personas se desquician las cosas salen mal y pueden complicarse.

Por el momento, por lo menos a mí, no me quedan muchas ganas de volver a estar rodeado de tantas mujeres, por muy bellas que estas sean, o por lo menos no dentro de un metrobús, pues son capaces de regalar dolorosos castigos como patadas y pellizcos. ¡Vaya detallazo!

Por Said Arrieta Torres

Esta bebida que al principio fue creada con el propósito de curar dolores de cabeza y nauseas, traspasó las fronteras de lo que nunca se imaginó. Ya que al ser un producto farmacéutico se utilizaría sólo con ese único fin, pero al descubrir el gusto que demandaba la gente que lo consumía, se decidió utilizar esta fórmula como una bebida refrescante.

Este producto es difundido alrededor de todo el mundo, vendido en más de 200 países y la magnitud que ha adquirido es innegable. Al prender la televisión, escuchar la radio, leer los periódicos y/o revistas, en el internet y en espectaculares, entre otros medios, sin percatarnos nos encontramos a diario con dicha publicidad.

En sí el logo está constituido por las palabras que definen los dos ingredientes principales de dicho líquido: la hoja de coca y la nuez de cola.

Tan simple pero con tanto potencial global, este símbolo ha dado la vuelta al mundo traspasando status social, género, o posición económica. Aunque con el paso del tiempo dicho logo a sufrido distintos cambios, la idea original permanece.

Hay que enfatizar la importancia de los medios de comunicación, pues gracias a estas nuevas tecnologías la difusión y propagación de ésta y muchas otras imágenes ha resultado productiva, lamentablemente por este mismo factor nos encontramos inmersos en una cultura masificada, la cual recibe y responde a lo ya estipulado, y es manejada a conveniencia de las empresas e instituciones más poderosas del mundo.

La persuasión ejercida para el consumo de coca-cola ha surgido desde comerciales con celebridades de cine, televisión, cantantes, hasta con dibujos animados, en 2-d y spots sin mencionar los comerciales radiofónicos y espectaculares que regularmente son respaldados en los primeros.

Si bien para que esto resulte hasta cierto modo infalible se recurre al texto y/o discurso que complementan este perfecto volante de manipulación. Hoy día the coca-cola company es una de las empresas con más poder adquisitivo y publicitario mundialmente reconocido. Y cómo negarlo si alguna vez tú, yo, amigo, familiar o vecino ha consumido ésta bebida conocida coloquialmente en restaurantes, bares, tiendas etc. como: el refresco que te quita la sed. Es ahí dónde está el detalle…

Por Nancy Herón López

A veces me pregunto para qué sigo cargando mi reproductor de música, si cada vez que hago uso del transporte público de la Ciudad de México las personas a mi alrededor traen su propio escándalo. El día de ayer me dispuse a regresar a casa, por lo que forzosamente tuve que trasladarme en una de las bien conocidas combis de esta ciudad. Una vez arriba, me coloqué mis audífonos para perderme del ruido exterior. Sin embargo, eso fue imposible, puesto que el conductor puso su radio demasiado alto, o al menos eso creí yo.

Mi sorpresa sería al descubrir que el chico que iba sentado a un costado mío era quien traía el ruido a la máxima potencia. A pesar de que yo también escuchaba mi propia música, mi melodía se desvanecía ante su presencia. No comprendía cómo era posible que sus oídos no hubieran reventado aún. ¡Semejantes decibeles causarían sordera inmediata!

¿Por qué será que al mexicano no le importa su salud? Varias son las personas que he encontrado en casos similares, donde se puede escuchar con claridad cuál es la canción en turno. ¿Acaso no nos percatamos del daño que nos causamos? Y hablo en plural porque algunas veces yo también he caído en el juego, tratando de escuchar lo que a mí me gusta, y no lo que el otro desea.

Nuestra ciudad presenta un elevado índice de contaminación auditiva, pues a diario los vendedores ambulantes, empresas, automóviles y demás, causan sonidos tan estruendosos que afectan nuestra salud. Ya es casi imposible mantener conversaciones en la calle, puesto que el ruido ahí presentado llega de todas direcciones y no hay modo de detenerlo. Y eso no es todo, nosotros no hacemos nada por detenerlo, sino todo lo contrario, buscamos la forma de ganarle al ruido con más ruido. Estúpido, ¿no creen?

A veces pareciera que se busca esta situación a propósito, el querer demostrar quién tiene el poder. Si alguien no me permite escuchar mi música, entonces subo el volumen para acallar el otro sonido, y así sucesivamente hasta no entender absolutamente nada. ¿Tan absortos deseamos estar en nuestro propio mundo que no nos importa el precio a pagar? La sordera no es un juego, y aunque algunos piensen que es una exageración, poco a poco el sentido del oído se pierde, se desvanece ante nosotros inesperadamente. Ahora dime ¿aún utilizarás los audífonos al máximo?… ¿o es que ya no me escuchas?

Las canciones no se aprecian igual con el volumen tan alto, de hecho se distorsionan y destruyen su estructura. Lo mejor será aprender a controlar nuestro carácter, y no querer luchar con lo mismo. Si escuchas tu música está bien, es para ti, no para los demás. Yo no quiero saber qué gustos musicales tienes, así que evítame el tener que escucharlo. O es que ¿deseas escuchar lo mismo que yo? Evita tener que contestar “¿qué?” cada que te hablen, mejor bájale y disfruta las melodías, no las destruyas.

Por Lizbeth Alcibar Vázquez

Su majestad… El chisme