“Pacman” histórico

Publicado por Ahí está el detalle 13 nov 2009 8 comentarios





En la vida de todo hombre llega el momento en que por distintas circunstancias afortunada o desafortunadamente nos toca cerrar las puños, poner la guardia y soltar golpes a diestra y siniestra a aquel personaje conocido o desconocido, que nos perjudicó, insultó, coqueteó con nuestra novia o simplemente nos vio feo (no, eso ya es de borrachos mala copa, la violencia no lleva a nada bueno), pero estas experiencias las vive uno desde las épocas escolares.

¿Quién no recuerda la clásica pelea afuera de la escuela o a mitad del recreo porque no se puede aguantar el enojo y decirle “nos vemos a la salida” o terminen las clases, con media escuela alrededor de los contendientes los amigos que la hacen de second o los amigos del contrario que lo animan desde su “esquina” como verdaderos managers?

“Pégale abajo”, “cuidado con la cabeza” “ya lo tienes” “túmbalo”, “no te dejes” “en la cara para que le duela” son las instrucciones que giraban niños de menos de 15 años con tal de que su apoderado ganara la pelea de la semana en la escuela.



Difícilmente alguno de aquellos niños estará arriba de un cuadrilátero ya sea como boxeador o como manager, menos ganar las bolsas que aquellos que llegan al profesionalismo llegan a obtener por pelea pactada. Los que hemos tenido la oportunidad de subirnos a un ring, ponernos unos guantes que pesan cada uno alrededor de 5 kilos, nos damos cuenta que aquella peleas son realmente de niños.

La condición física que debe adquirir un boxeador es impresionante, por eso se pasan de 5 a 6 meses entrenando día y noche. Los que saben dicen que la fuerza de un boxeador consiste en levantarse temprano todos los días, comer bien y entrenar muy duro durante esos meses. En lo único que coinciden estas peleas es que se trata de dos contrincantes que pelean por orgullo, por prestigio.

La diferencia radica en el dinero a diferencia de aquellas peleas de mozalbetes, para boxear se utilizan guantes, se puede golpear al contrario sólo de la cintura para arriba, así que las patadas en las regiones blandas quedaron para otra ocasión, y con un tercero en la superficie que es el referee que supervisa que se cumpla con las reglas establecidas. En lugar de ser una pelea sin límite de tiempo hasta que le salgan las lágrimas o los amigos del más golpeado pidan paz o se metan a tratar de golpear la virtual ganador y se arme la campal, en el profesional se estipula a 10 episodios denominados rounds que duran 3 minutos cuando son peleas donde no se encuentra un título de por medio y de doce cuando un cetro se encuentra en juego.



De niños podíamos ver las peleas más disparejas con un niño que media 1.60 m y el otro apenas alcanzaba el 1.40 m, o aquel que pesaba mas de 60 kilos y el otro un pobre fideo más ligero que una pluma que llegaba con trabajos a pesar 45 kilos y aún así veíamos hazañas de proporciones bíblicas como David contra Goliat, sin duda las peleas más memorables. Esto no es posible en el pugilismo profesional ya que se considera como una ventaja o desventaja entre los contrincantes por la diferencia de peso por eso se estipula que un día antes de la pelea los boxeadores deben subir a la báscula y dar el peso para la cual la pelea fue pactada.



Hablar del origen de este deporte es remontarse a tiempos antes de Cristo, pero hablar de la actualidad de este deporte es mirar finales del siglo XIX donde se comenzó a difundir en países con influencia británica o estadounidense, países como Argentina, Uruguay, Panamá, Cuba, Puerto Rico, Filipinas, Sudáfrica, España y por supuesto México, por eso es que escuchamos que la mayoría de los grandes y mas famosos boxeadores del mundo pertenecen o pertenecieron a estos países, nombrar a los más destacados sería una labor que me llevaría varios párrafos.


El próximo sábado se llevará a cabo la denominada pelea del año entre el filipino Manny “Pacman” Pacquiao y el puertorriqueño Miguel Ángel Cotto, esta denominación de “Pelea del año” es propia para enfrentamientos de la talla de Muhammad Ali contra Floyd Patterson, George Foreman, Joe Frazier y Sonny Liston, Mike Tyson contra Evander Holyfield, Julio César Chávez contra Meldrick Taylor, Sugar Ray Leonard contra Roberto “manos de piedra” Duran o la tercera pelea de Marco Antonio Barrera contra Erick “el terrible” Morales, por esa razón ya que la transmisión de la pelea del año será por Tv Azteca, Televisa transmitirá a la misma hora de la pelea, la película “Ali”, que narra justamente la vida del mejor boxeador libra por libra de la historia, pero sobre la competencia televisiva del box actual no hablaré.



Este fin de semana Emmanuel Dapidran Pacquiao mejor conocido como “Pacman” debido a su parecido con el personaje homónimo de un juego electrónico “Pac- Man”, busca hacer historia en el mundo del boxeo ya que de ganar será el primero en obtener el título en 7 categorías diferentes pasando desde el peso Mosca 50,8 Kg. (112 lb.), Supergallo o peso pluma júnior 55,3 Kg. (122 lb.), peso pluma 57,2 Kg. (126 lb.), Superpluma o peso ligero júnior 59 Kg. (130 lb.), peso Ligero 61,2 Kg. (135 lb.), Superligero o peso welter júnior 63,5 Kg. (140 lb.) y contra Miguel Ángel Cotto que peleará en su peso natural 66,7 Kg. (147 lb.) o sea se disputarán el título del peso Welter, aquí es donde Cotto tiene ventaja sobre Manny, ya que cuando un boxeador sube de categoría (de peso) obviamente lo sube en masa corporal, en musculatura, no en grasa, pero de igual manera afecta porque el cuerpo se vuelve más pesado, en el ring del MGM de Las Vegas se observará a un filipino más pequeño que el de Puerto Rico, afectando su movilidad y al estar en su peso natural los golpes de Miguel Cotto pueden ser más contundentes que los de Pacquiao, pero sabemos que éste ya ha subido de categoría anteriormente y no se ha notado tanto la diferencia, es un peleador muy ágil, rápido de piernas que no deja de golpear la rival.



Las apuestas en Las Vegas indican como favorito a Pacquiao por dos a uno, pero bien se sabe que conforme más se acerca la fecha de la pelea las apuestas se cierran aún más, esperando que no decepcionen y den una de esas peleas memorables. Aunque no se sea un aficionado al boxeo peleas como estas siempre son llamativas, son como las grandes definiciones en otros deportes, en este tipo de combates y en las leyendas que forjaron el boxeo, se encuentra el detalle de por qué es un deporte de grandes ganancias económicas, seguido por millones de personas en todo el mundo.
A pesar de no ser representativos nacionales, los habitantes de Filipinas y Puerto Rico estarán pendientes y apoyando a su oriundo, invito a que se tomen un par de horas para observar por la televisión a dos feroces boxeadores, me parece que Manny Pacquiao derrotará a Miguel Ángel Cotto después de los 12 episodios en una difícil decisión que tendrán que tomar los tres jueces que se encuentran bajo el ring y van puntuando que boxeador va ganando round por round. Veo muy difícil que la pelea termine por la vía del cloroformo, o sea por nocaut, por parte de cualquiera de los dos contendientes, pero tal vez me equivoque. Por eso hay que verla, en ese ring se encontrarán dos grandes pugilistas soltando y recibiendo una gran cantidad de golpes, el que tenga la inteligencia y el aguante necesario para salir triunfador será un digno campeón, pero para mí, Manny “Pacman” Pacquiao hará historia.
Por Arturo Mireles

Sólo para mujeres

Publicado por Ahí está el detalle 2 comentarios


¿Cuántos hombres han deseado, como uno de sus sueños guajiros, estar rodeado de mujeres aunque sea sólo por un instante? Estoy casi seguro de que más de uno han tenido la fantasía de mirar a su alrededor y no ver más que bellas caras y cuerpos femeninos.

Pero esta situación puede pasar de ser un sueño a un trauma, sobre todo cuando se trata del vagón, ya sea del metro o del metrobús, reservado para ellas, en donde las reglas del juego funcionan de forma completamente diferente a las del vagón de los hombres.

Por alguna extraña razón, en esta semana terminé en el primer vagón del metrobús, donde pude presenciar que las mujeres no son, como se ha creído durante tanto tiempo, el sexo débil, y es que de débiles no tienen nada, a diferencia de los hombres ellas no entran automáticamente a los vagones, los hombres solemos entrar en bola, y aunque parezca extraño hay una mítica fuerza que logra que entren más de la cuenta y que además quedemos acomodados.

Por el contrario ellas se pelean por entrar primero y ganar lugar, como si por cada vez que se sentaran acumularan puntos para canjear por cosméticos o planchas para el cabello. Como sea, las mujeres suelen ser más agresivas que los hombres, seguramente será porque tienen uñas largas que no dudan en usar para rasguñar, y pobre de aquella que tenga un lindo y largo cabello largo, porque lo más probable es que éste sea jalado sin piedad por alguna de las contrincantes.

Existe una nueva modalidad para torturar a quien quiera ganar el asiento: codazos y pisotones, los primeros son soportables, pero los segundos resultan una tortura digna de la inquisición, tortura que se intensifica cuando hablamos de un tacón de aguja que es enterrado en el pie del otro con toda la saña posible.

Sin duda todo esto acurre gracias a la caótica ciudad en la que vivimos, donde a todas horas hay mucha gente en los sistemas de transporte y donde la misma gente pierde los estribos para llegar puntual a sus compromisos, pero no se trata de perder la calma, generalmente cuando las personas se desquician las cosas salen mal y pueden complicarse.

Por el momento, por lo menos a mí, no me quedan muchas ganas de volver a estar rodeado de tantas mujeres, por muy bellas que estas sean, o por lo menos no dentro de un metrobús, pues son capaces de regalar dolorosos castigos como patadas y pellizcos. ¡Vaya detallazo!


Por Said Arrieta Torres



Como esta noche me atacara la benevolencia del lado rosa de la vida, hoy juzgo como buena la idea de escribir acerca de la sensación del hueco suave en la panza, el risible tartamudeo y el inevitable drenaje del sano juicio al encontrar a esa persona. Me ha pasado: ese que alguna vez fue el único se sentó justo enfrente de mí, y yo pude haber escrito líneas y más líneas acerca del pequeño agujero que en su playera me permitía observar un trozo redondo y suave de su piel. Ridículo pero cierto.


Con tan encantador sentimiento, ¿qué clase de criatura sin sangre en las venas podría permitirse criticar algo tan natural e inmaculado? Esta vez seré yo. Porque verán, una vez que hube cedido hasta lo irreal a ese mundo vaporoso pletórico de cremosas emociones, pude percatarme lo escabrosamente tramposo que una relación de esta índole puede representar.


Prefiero explicarme para no caer en errada polisemia: si gracias a estereotipos y falsas imágenes de propagación masiva acerca de cómo debemos ser, pensar, hablar y vivir, todo se ha hecho frágil, breve y superfluo. ¿Vale la pena seguir soñando con el clásico final de Disney con su manoseado “felices para siempre”? Por desgracia, no.


No, desde el punto de vista del vacío existencial, legado del “conocimiento popular” quien nos dice que si no estamos con alguien, simplemente no estamos; que somos solteronas (hablando de mujeres, por supuesto) si a la edad adecuada no hemos encontrado al enamorado incondicional; que el éxito en la vida forzosamente nos representa buena fortuna en el amor, seamos hombre, mujer o híbrido. Con tal escenario, hasta la visión más romántica se vuelve deleznable. Enamorarse no puede ser “lo que sigue”, la etapa obligatoria para alcanzar la felicidad; no puede ser algo necesario, de lo contrario cae en lo artificial.


Infelizmente, habrá quien se trague la enorme falacia, se deprima y aviente al metro porque no tengo novi@, ni free ni quien me pele. Consecuencia directa podría ser quedarte con tu “peor es nada”, descubrir que mejor te hubieras atorado en la depresión a tener que soportar a semejante bestia y de pronto ¿dónde se metió la maldita felicidad que tanto me vendieron en la tv?


Conclusión 1: Enamorarse sí es hermoso, el amor sí existe y me atrevo a afirmar que sí es posible idolatrar a un individuo hasta el delirio por el resto de los días, pero no –decididamente no- si se obedece a la nefasta premisa de tu media naranja como elemento indispensable en la cotidianeidad, como algo que se debe tener.


Conclusión 2: Si el elegido no llega y si al final nadie nos quiere, ¿habrá tanto problema? De todos modos es imposible terminar solo y detestado por todos, pero incluso si esto también resultara falaz y el amor verdadero inalcanzable, ¿no era mejor eso de quererse a uno mismo y bastarse con ello? Trillado pero efectivo, creo yo. Aunque quizá nadie lo haya puesto a prueba aún… ¿Es de verdad tan aterradora la soledad?


Por Nathalie Escutia

Publicola

Publicado por Ahí está el detalle 1 comentarios

Durante más de un siglo ha existido una imagen que prevalece en las memorias de nuestros abuelos, padres, hermanos, tíos, primos y hasta sobrinos, pues al ser una de las compañías con más auge en el mundo comercial y globalizado, hoy día existe difícilmente individuo que no reconozca el logo del refresco que te quita la sed: Coca-cola.

Esta bebida que al principio fue creada con el propósito de curar dolores de cabeza y nauseas, traspasó las fronteras de lo que nunca se imaginó. Ya que al ser un producto farmacéutico se utilizaría sólo con ese único fin, pero al descubrir el gusto que demandaba la gente que lo consumía, se decidió utilizar esta fórmula como una bebida refrescante.


Este producto es difundido alrededor de todo el mundo, vendido en más de 200 países y la magnitud que ha adquirido es innegable. Al prender la televisión, escuchar la radio, leer los periódicos y/o revistas, en el internet y en espectaculares, entre otros medios, sin percatarnos nos encontramos a diario con dicha publicidad.


En sí el logo está constituido por las palabras que definen los dos ingredientes principales de dicho líquido: la hoja de coca y la nuez de cola.


Tan simple pero con tanto potencial global, este símbolo ha dado la vuelta al mundo traspasando status social, género, o posición económica. Aunque con el paso del tiempo dicho logo a sufrido distintos cambios, la idea original permanece.


Hay que enfatizar la importancia de los medios de comunicación, pues gracias a estas nuevas tecnologías la difusión y propagación de ésta y muchas otras imágenes ha resultado productiva, lamentablemente por este mismo factor nos encontramos inmersos en una cultura masificada, la cual recibe y responde a lo ya estipulado, y es manejada a conveniencia de las empresas e instituciones más poderosas del mundo.


La persuasión ejercida para el consumo de coca-cola ha surgido desde comerciales con celebridades de cine, televisión, cantantes, hasta con dibujos animados, en 2-d y spots sin mencionar los comerciales radiofónicos y espectaculares que regularmente son respaldados en los primeros.


Si bien para que esto resulte hasta cierto modo infalible se recurre al texto y/o discurso que complementan este perfecto volante de manipulación. Hoy día the coca-cola company es una de las empresas con más poder adquisitivo y publicitario mundialmente reconocido. Y cómo negarlo si alguna vez tú, yo, amigo, familiar o vecino ha consumido ésta bebida conocida coloquialmente en restaurantes, bares, tiendas etc. como: el refresco que te quita la sed. Es ahí dónde está el detalle…

Por Nancy Herón López









Descubriendo el alma del violonchelo

Publicado por Ahí está el detalle 11 nov 2009 3 comentarios

La música es un milagro. No concibo imaginar las circunstancias en las que la creatividad, el sentimiento, la técnica, el material y el talento coinciden para ofrecer banquetes auditivos. Las notas no se leen, se traducen, se transforman, se transmiten. No son sólo sonidos, son emociones, magia. La música expresa lo que la palabra no alcanza. El arte mueve, empuja, reacomoda.


¿Qué pasa por la mente de un músico mientras interpreta una melodía con los ojos cerrados? No importa; se siente, se vive. ¿Cómo explicar las lágrimas que brotan de los ojos de algún elemento del público? Ésas que un violonchelista como el mexicano Carlos Prieto provoca…


Resulta indescriptible el efecto que este hombre tiene sobre la audiencia. La velocidad de los largos dedos de su mano izquierda al pisar las cuerdas no distrae a la derecha, tan concentrada en el arco que sostiene. Andan juntas un camino que saben de memoria mas jamás deja de sorprenderlas y regocijarlas. El intérprete, con los ojos tan cerrados que conmueve. El instrumento se fusiona con su dueño, son cómplices, comparten aventuras y pensarse separados es simplemente absurdo.


Juntos, encantan por igual a un joven que a un viejo, a un conocedor que a un neófito, a un literato que a una estudiante. “Desde muy niño tuve un interés natural por la música, pero no se me reveló como la pasión mayor de una vida hasta la noche milagrosa en que descubrí el alma del chelo en las manos de Carlos Prieto” declaró alguna vez su gran amigo, Gabriel García Márquez.


Desde Bach hasta los nuevos compositores latinoamericanos son interpretados con maestría por este gran músico -considerado de los mejores violonchelistas del mundo- quien, aparte, disfruta de coquetear con las letras.


Carlos se dio a la tarea de investigar la historia de su amado compañero llegando a publicarla bajo el sello del Fondo de Cultura Económica con el título Las aventuras de un violonchelo: historias y memorias, prologado por otro de sus grandes amigos, el escritor Álvaro Mutis. Su violonchelo es nada menos que un Stradivarius fabricado en 1720, conocido como el Piatti y llamado intermitentemente Miss Chelo ante la incomodidad de explicar una y otra vez en los aeropuertos la necesidad de un asiento extra para el instrumento.


Este hombre es el vivo ejemplo de que jamás nos hartaremos de realizar algo que amemos con tanto ahínco, que nos apasione. Mi capacidad de sorpresa se descubre fascinada ante este personaje que provoca el cerrar los ojos para evitar cualquier interrupción sensorial, que no haya imágenes que contaminen y distraigan mis sentidos para poder centrarme en lo que escucho, y siento, y me enchina la piel… ¿Será el alma del violonchelo?




Por Sara Villegas Ramos

Música ¿para tus oídos?

Publicado por Ahí está el detalle 9 nov 2009 2 comentarios

A veces me pregunto para qué sigo cargando mi reproductor de música, si cada vez que hago uso del transporte público de la Ciudad de México las personas a mi alrededor traen su propio escándalo. El día de ayer me dispuse a regresar a casa, por lo que forzosamente tuve que trasladarme en una de las bien conocidas combis de esta ciudad. Una vez arriba, me coloqué mis audífonos para perderme del ruido exterior. Sin embargo, eso fue imposible, puesto que el conductor puso su radio demasiado alto, o al menos eso creí yo.

Mi sorpresa sería al descubrir que el chico que iba sentado a un costado mío era quien traía el ruido a la máxima potencia. A pesar de que yo también escuchaba mi propia música, mi melodía se desvanecía ante su presencia. No comprendía cómo era posible que sus oídos no hubieran reventado aún. ¡Semejantes decibeles causarían sordera inmediata!

¿Por qué será que al mexicano no le importa su salud? Varias son las personas que he encontrado en casos similares, donde se puede escuchar con claridad cuál es la canción en turno. ¿Acaso no nos percatamos del daño que nos causamos? Y hablo en plural porque algunas veces yo también he caído en el juego, tratando de escuchar lo que a mí me gusta, y no lo que el otro desea.

Nuestra ciudad presenta un elevado índice de contaminación auditiva, pues a diario los vendedores ambulantes, empresas, automóviles y demás, causan sonidos tan estruendosos que afectan nuestra salud. Ya es casi imposible mantener conversaciones en la calle, puesto que el ruido ahí presentado llega de todas direcciones y no hay modo de detenerlo. Y eso no es todo, nosotros no hacemos nada por detenerlo, sino todo lo contrario, buscamos la forma de ganarle al ruido con más ruido. Estúpido, ¿no creen?

A veces pareciera que se busca esta situación a propósito, el querer demostrar quién tiene el poder. Si alguien no me permite escuchar mi música, entonces subo el volumen para acallar el otro sonido, y así sucesivamente hasta no entender absolutamente nada. ¿Tan absortos deseamos estar en nuestro propio mundo que no nos importa el precio a pagar? La sordera no es un juego, y aunque algunos piensen que es una exageración, poco a poco el sentido del oído se pierde, se desvanece ante nosotros inesperadamente. Ahora dime ¿aún utilizarás los audífonos al máximo?… ¿o es que ya no me escuchas?

Las canciones no se aprecian igual con el volumen tan alto, de hecho se distorsionan y destruyen su estructura. Lo mejor será aprender a controlar nuestro carácter, y no querer luchar con lo mismo. Si escuchas tu música está bien, es para ti, no para los demás. Yo no quiero saber qué gustos musicales tienes, así que evítame el tener que escucharlo. O es que ¿deseas escuchar lo mismo que yo? Evita tener que contestar “¿qué?” cada que te hablen, mejor bájale y disfruta las melodías, no las destruyas.

Por Lizbeth Alcibar Vázquez

Rosa es mejor que lo mejor

Publicado por Ahí está el detalle 3 comentarios


Imagina el momento: Hace frío afuera, tanto que la luna parece un hielo. Te hallas en pijama, en total soledad. Tu habitación rebosante de fantasmas, moradores de las tinieblas que lo llenan. Una vela y el fulgor del televisor iluminan a penas las paredes de la pieza, repletas con imágenes demenciales de pación, locura y muerte. Estas cenando, pensando qué carajos escribir para publicar en el blog -¡Dios, quisiera no tener que hacerlo, irme a dormir y quedarme a vivir por siempre en mis sueños!- El árbitro ha hecho pitar su silbato y los comentaristas anuncian “¡PENAL!”. Te pones de pie. El Tuca con el alma en un hilo. Comienzas a bailotear, sientes hormiguitas corriendo en la piel de tus brazos, escalofríos, nervios. “La va a fallar”, dice pesimista una voz dentro de tu cabeza. Razonas, “No. Sí la mete. Sí la metes, vamos”, dices al mono que se dispone a tirar. Esperas. ¡Goooool! Los Pumas se tuercen tres a dos a las pestilentes Águilas del Azcárraga. Y el partido termina.

Pero a qué viene todo esto del orgullo universitario con el título del escrito, ahora voy a eso. Es decir, los Pumas, equipo de la Universidad, acaba de patear al América, equipo de los potentados. Es toda una victoria por todo lo que simboliza. La televisora y todo el daño que hace a los cerebros del pueblo se ve mordiendo el polvo de la Universidad, la Máxima Casa de Estudios, su principal opositor ideológico en el contexto actual, es como ver a Narro pateando el culo de Azcárraga… ¿Qué puede haber mejor que esto? Nada salvo una cosa: lo mismo, pero bebiendo leche rosa, y es que la leche rosa es lo mejor que jamás pudo existir en el mundo, el más grande avance de la humanidad, es el motivo de que seamos la especie dominante, pues ni las vacas dan leche rosa. Los pumas ganan y tú dices salud con un vaso de leche rosa. ¡¿Quién no ha probado la leche rosa?! Su sabor, su textura, su temperatura. ¿Qué hay que sea igual a la leche rosa? ¿Qué hay que iguale la sensación que produce en las papilas gustativas?

Y es que beber leche rosa es como subir a un trineo de sabor y viajar por el infinito de la delicia para encontrarte con el niño, corazón dulce, inocente y tierno, que alguna vez fuiste y que aún llevas dentro. Es como beber el sudor de Dios y sentir que tu alma rejuvenece; sentirla en tu lengua es casi como ver sonreír a una Ariadna y sentir que tus pies se derriten. No importa qué hagas, es mejor si tienes leche rosa a la mano. ¡Leche Rosa Über Alles hasta el final de los tiempos!

Probarla es como sentarte sobre un vagón, en la cima más alta de una desquiciada montaña rusa y ver la luna salir para sentir su brillo y confort antes de caer en un pozo lleno con chispas de diversión ¿Por qué? Pues porque sabe tan bien como un beso, como la sangre y el sexo, pero liquido y cremoso.

Imagínate echarte un toke y escuchar a Green Day, cantar, bailar, loquear. Escuchar Blood, sex and booze to give me, Castaway going at it alone, y cuanta rola se te ocurra de la mejor banda del mundo. Tras la loquera y escuchando The catastrophic hymns from yesterday of Misery, te da el bajón ¿con qué bajonear? Hay alimentos, la mayoría, que te provocarán sueño, pero nada te revive como un buen vaso de fría leche rosa, y te paras y le das play al aparato y te pones a brincar con I want to be the Minority, I don´t need your autority y todo se va al diablo: una vez más estás vivo… Cambias el disco, pones American Idiot, reproduces Jesus Of Suburbia y bebes leche rosa… Bien, lo anterior sonó muy loco, pero el mensaje que te intento transmitir es que Green Day es la onda, y que si quisieras saber qué es mejor que escuchar a Greeen Day, la respuesta es: Escuchar a Green Day totalmente fuera de ti y bajonearte con la poderosa leche rosa.

Bien, justifico el anterior párrafo –y todo este estúpido texto lleno de absurdos- diciendo la verdad: En el avance de la presente me he ido poniendo más y más borracho, jugando al poeta maldito, en busca del olvido que aniquile las amarguras de mi corazón, con la pretensión de encontrar algo que suprima mi dolor; sonará tonto pero sólo la leche rosa me hizo sonreír un poco, quizá por eso le dedico estas lineas. Uno no debe escribir borracho –contemplen el porqué-, en especial si escribe sobre la leche rosa. Veo doble, el monitor me desquicia y me la paso catando Chump. Fue mi crimen hacerle caso a Lola cuado con su voz tierna y dulce dice “La leche rosas es lo máximo Charlie”. Lo triste es que muchas preguntas quedan en el aire, como ¿Por qué es importante la leche rosa? ¿Por qué escribí esta estupidez? ¿Por qué se me obliga a escribir cuando no siento la necesidad de hacerlo? ¿Por qué diablos escribir sobre la leche rosa? No sabría cómo responder a todas estas interrogantes que me hago, pero a la última pregunta yo respondo diciendo: ¿Y por qué no?
Por Pacheco Buendía Miguel

El ídolo: Adanowsky

Publicado por Ahí está el detalle 0 comentarios


¿Quisieras convertirte en artista, o mejor aún, en un ídolo? Tu perfil debería ser similar a esto: vivir entre actores, pintores y músicos, además de bailar a la Michael Jackson tomando tus primeros pasos de baile con James Brown, aprender a tocar la guitarra con uno de los legendarios Beatles y aparte, ser hijo de un cineasta surrealista. Todo esto aunado a las ganas freudianas de fajarte a tu mamá y de usar lentejuelas en el escenario… Te pregunto: ¿eres un ídolo?

Adanowsky. Adán Jodorowsky (Octubre, 1980) adquiere su nuevo nombre luego de una visita a México, donde para aliviarse de sus angustias y dudas existenciales se atiende con un chamán quien le libera el corazón y le hace redescubrirse.

Los particulares sucesos en su vida lo convirtieron en todo un artista, o más aún, en un auténtico ídolo. De niño uno de sus mayores sueños era vivir un incesto con su mamá al verla con calzones grotescos. Más tarde entendió que eso no era posible. En 1988 sufrió un gran terremoto en Chile, para 1993 dio su primer beso a una chica de 90 kg, en el 2000 se encontró a Mozart en un sueño y éste le dijo: “debes convertirte en artista”, para 2006 enterró su piano de cola en un cementerio de Buenos Aires y finalmente compró uno nuevo para iniciar su carrera como solista.

Adán ha sido durante toda su vida un cosmopolita, reflejando su descendencia pues proviene de madre mexicana y de padre chileno con ascendencia ucraniana. Inició en la música desde los seis años pero no fue sino hasta 1998 que se integró a una banda francesa The Hellboys con la que aprendió a vivir en una camioneta para dar presentaciones de punk rock. En el 2006 sacó su primer disco Étoile Éternelle, con la disquera Dreyfus.

Adanowsky advierte que su primera placa la logró luego de tocar durante 7 años en bares y luchando por conseguir una disquera que se arriesgara a lanzar un proyecto no comercial. Inició con tres personas en su sala, poco después se fue llenando y llenando…

Para él, el arte es una lucha constante en la que pone el 100 por ciento de su energía. Además de componer, dibuja, dirige sus videos musicales, tiene un cortometraje llamado Echek, ha actuado en varios largometrajes (donde destaca el filme de su padre, Alejandro Jodorowsky, Santa sangre) y también escribe poesía.

Aburrido de la vida parisina decidió aventurarse en Latinoamérica: “el mundo no me encerrará. Quisiera ser lo que yo soy. Cantar alegre mi verdad, dar sin saber qué es lo que doy. Amar con toda libertad”. Creó una nueva edición de su Étoile Éternelle mejorando y traduciendo las canciones al español tardando cerca de 3 meses en pulir las rimas, cambiar la portada y el título del álbum.

Tras un cambio en su imagen, arribó a Latinoamérica abundando en la esquizofrenia, en donde dice, todos los humanos podemos estar. Preocupado por la forma en que se suele encasillar a una persona cuando cambia de actitud radicalmente (“la gente no te da la libertad de tener otra personalidad, ser malo un día”), Adanowsky creó a su alter ego asumiendo su lado esquizofrénico y dejando salir un personaje que se encontraba dentro de él: el ídolo.

Adán es fanático de las tiendas de segunda mano. En su vestimenta podemos encontrar desde Elvis hasta James Brown, pasando por botines que acompañan a su estrecho pantalón, chaquetas de lentejuelas brillantes, camisa botón abierto y anillos. Su cara maquillada nos recuerda el glamour de los años 80, y su banda, a los frenéticos músicos de la década de los 70.

The Gush es la agrupación francesa que aceptó ser parte de su gira por Latinoamérica. Ésta se conforma de dos hermanos y dos primos, todos excelentes músicos y más aún, grandes performanceros.

El show de Adanowsky comienza con un presentador francés que a la vez hace de groupie y animador. Música que puede definirse, según Adán, en “cosmopolita latino rock pop y cabaret trágico”. Performance, comedia y mímica es parte de show a la Jodorowsky, una presentación que no raya en la exageración sino que se dignifica por su sencillez escénica. “¿Cuándo me van a consagrar? Quisiera ser un ídolo... que como una enfermedad repita mis palabras... ¡Horror!, a mí nadie me ve aunque yo me esfuerzo...”

La importancia de llamarse Adanowsky es el inicio de una saga de tres álbumes con una misma temática: el ídolo. Así que si no gustan de escucharlo, como nos dice este nuevo ídolo: “¿qué esperan? Mátense ya. Si sí, diviértanse así. Venga, mátense ya, riendo sobre el sofá. Con dientes color pipí ¿acaso resistirán?”.


Su majestad… El chisme




Detallando...

Image and video hosting by TinyPic

La curiosidad es lo que define este espacio. Descubrir anécdotas. Analizar particularidades. Escribir sobre lo considerado pormenor. Estudiar ciertos fragmentos de la vida cotidiana. Reflexionar sobre gestos y rasgos sociales y manifestar opiniones fundamentadas. Porque siempre valdrá la pena rebuscar en lo dado por hecho o en lo pasado por alto y, sin querer, nos resulta fascinante. Por eso Ahí está el detalle... para abarcar cualquier acepción del término y aterrizarla en nuestro día a día mediante textos que sirvan para espiar nuestra realidad e intercambiar miradas cómplices...




Comentarios, quejas y sugerencias