El discurso de la mentira

Publicado por Ahí está el detalle 30 oct 2009


Para vivir en sociedad el ser humanos ha adoptado y adaptado reglas, estilos y formas de vida para desenvolverse e interactuar con sus semejantes, la cuales son impuestas por él mismo. También conocidas como reglas o leyes son respetadas y llevadas a acabo diariamente, para poder vivir en un ambiente pasivo y armónico. Sin embargo existen otras formas implícitas que intervienen en el desarrollo del individuo dentro de la sociedad.


Gracias a la comunicación estas relaciones son realizadas sin ningún problema, pero ¿cómo es que el sujeto logra acoplarse a determinado ambiente? ¿Está siempre de acuerdo con las indistintas formas de pensamiento de los demás? ¿Es sincero al hacer una crítica hacia alguien? Estas preguntas vagas pudiesen no tener relación, de no ser porque en todas participa el sujeto y su ideología sublimada en discurso.


Hemos de encontrarnos que en todas las relaciones sociales existe un discurso que intenta persuadir a una persona o grupo para que comparta un punto de vista específico. Son entonces las categorías lingüísticas y retóricas las que convierten al discurso en la estrategia de sobrevivencia que utilizamos día a día, pero, ¿qué tan cierto resulta ser dicho discurso?


Lamentablemente todo resulta ser una completa mentira. Así es, el individuo utiliza ese discurso como arma para engañar y protegerse de los demás. Si no miente simplemente no se puede desarrollar en la sociedad. Desde el pequeño cumplido: "¡Qué bonito X o Y (objeto) tienes!" Hasta la aceptación de ideas del jefe, al que -por su posición- no se le puede llevar la contraria. Si mentimos constantemente, entonces, ¿dónde queda la verdad? Según Julia Kristeva debemos entender como verdad a todo lo demostrablemente posible. “La verdad no es otra que el lenguaje como dispositivo de desplazamiento, negación y des negación” (Kristeva, Julia. Loca Verdad).


Tenemos pues dos conceptos que al oponerse enriquecen la perspectiva. Por un lado, se encuentra la mentira como la manera de interrelación entre los entes sociales y como el concepto malicioso que no es supuestamente aceptado por la misma sociedad. Y el término de verdad, aquel honorable valor que distingue a los buenos ciudadanos. Estas definiciones sentimentalistas, nos sirven para crear una imagen simbólica en nuestra mente.


Si bien nosotros formamos discursos basados en nuestro rededor conocido como realidad, no tendríamos otra elección más que describir la información que captamos y ésta sería similar para todos los que circundan ésta misma. Sin embargo, esto no sucede, puesto que cada quien con su respectivo pensamiento modifica y altera a su conveniencia lo que en el exterior se encuentra.


Es gracias a todo este proceso que lo real se vuelve simbólico y lo transmitimos como tal, sin percatarnos haber transformado ya, lo que pensamos como realidad. Lo que nos da como consecuencia una mentira, mentira que para nosotros es verdad puesto que en nuestro contexto hace parecer cierto nuestro punto vista.


En un conflicto falsamente verdadero podemos decir que el discurso es la base de toda sociedad, el cual nos sirve para interrelacionarnos, en una realidad neutral, pero a conveniencia de cada quien utilizamos la mentira o la verdad dando como resultado las relaciones sociales que hasta nuestros días han predominado para el control de los individuos.





Por Nancy Herón López


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1 Responses to El discurso de la mentira

  1. El tema es interesante, es muy serio, hasta cierto punto cuadrado. Das buenos argumentos pero tardas un poco en entrar al tema. Buen texto aunque se agradecerían más ejemplos

     

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La curiosidad es lo que define este espacio. Descubrir anécdotas. Analizar particularidades. Escribir sobre lo considerado pormenor. Estudiar ciertos fragmentos de la vida cotidiana. Reflexionar sobre gestos y rasgos sociales y manifestar opiniones fundamentadas. Porque siempre valdrá la pena rebuscar en lo dado por hecho o en lo pasado por alto y, sin querer, nos resulta fascinante. Por eso Ahí está el detalle... para abarcar cualquier acepción del término y aterrizarla en nuestro día a día mediante textos que sirvan para espiar nuestra realidad e intercambiar miradas cómplices...




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